No deja de ser una impresión subjetiva que,
apenas des un paso en cualquier dirección distinta de la que los has dado en
los últimos años, sólo verás el principio del abrupto camino. Podrá ser que en
algún momento de incertidumbre sientas que de poco sirvió el importante
esfuerzo final, intermitente intermedio y a impulsos el del principio. Pero si
así fuera, sólo serán tus sensaciones ante un panorama que vislumbras poco
halagüeño. Con paciencia, te servirá y mucho. Ya te has demostrado (a mí no),
de lo que eres capaz cuando te lo propones. El mérito es única y exclusivamente
tuyo, y creo que nadie, ni siquiera tú, es consciente de lo que eres ni de lo
que puedes llegar a ser. Tu humildad y sencillez no dejan que se aprecie lo que
en realidad tiene un tremendo mérito. Has llegado al principio, y mírate,
tienes toda la vida por delante para dar mil vueltas por distintos caminos
hasta encontrar, no sin sacrificio, el más conveniente para tus intereses.
Únicamente desearía, y me atrevería a sugerirte, que no desesperes, que cada
pasito que des tenga como motivo un objetivo bien definido.
Los cimientos de tu formación están bien
consolidados, no por ello están ya completos, y a los pilares que intentaron
siempre sostenerte, a veces con poco acierto, se ha unido un pilar fundamental
para ti. Una piedra angular en torno a la cual gira tu vida. Quizá tu mayor
apoyo, tu ilusión, tu amor; y ha sido y es, probablemente, el mayor impulsor de
ánimos que hayas tenido en los últimos años. Todos y cada uno de los reproches,
insinuaciones y comportamientos que has recibido y sufrido en la corta
distancia, no han pretendido nunca, aunque muchas veces lo consiguieran,
desestabilizar el rumbo que considerábamos adecuado. Y es que a los padres, al
paso por las distintas etapas de vuestra vida, los vais viendo cada vez de una
manera diferente, igual que nosotros a vosotros. Y tampoco son perfectos, ni se
encuentran siempre en posesión de la verdad absoluta, ni siquiera relativa,
pero suelen acertar bastante. Pero el exceso de celo nos juega malas pasadas y
nos hace cometer errores de comportamiento, olvidando que fuimos jóvenes, o a
lo mejor por eso mismo de haber sido jóvenes, pretendemos sin éxito que no
cometáis errores que nosotros cometimos. Pero no se aprende ni triunfa sin error,
sin autoestima, sin atrevimiento, sin desafíos con impredecible final.

¡Enhorabuena y mucha suerte!
Mari Carmen Herrero Azorín.
Luis Fernando Berenguer Sánchez.
8 de septiembre de 2013.
Meta volante....Tú lo has dicho.Está capacitada para volar sola y tomar sus propias decisiones. Ha cumplido el objetivo. El mérito es, sobre todo de ella, pero está claro que hay una parte del triunfo en la que vosotros habéis colaborado.¡Enhorabuena, otra vez!
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