sábado, 12 de julio de 2014

Te hiciste mayor

Un hombre. Un compendio de valores que te definen como persona. Tengo en cuenta y tomo conciencia de todo cuanto haces y dices. Y no pienso que soy responsable de lo que veo en ti. Ni de lo bueno ni de lo malo. A cada uno la vida nos pone a prueba de una manera distinta, y no sería sensato creer que mi comportamiento contigo, fruto de mis creencias y de las vicisitudes que pasé y paso, son las que te han hecho ser TÚ.

No puedo echar la vista atrás porque atrás no hay nada. Ya pasó. Pero si que puedo ver en ti, a poco que haga un ligero ejercicio de memoria, como las personales situaciones que has experimentado en tus dieciocho años de vida, han forjado tu personalidad. Da mucho de sí la etapa que en tan pocas líneas me estoy atreviendo a desentrañar. No voy a hacer una extensa loa de tus virtudes ni voy a disimular tus variados defectos, tampoco a cebarme en ellos. ¿quién soy yo para juzgarte si soy juez y parte en el caso? Ni aunque no lo fuera. Mi responsabilidad empieza y acaba justo en mí. Quiero pensar que estás donde estás y eres quien eres porque tú lo has decidido. Quiero pensar y pienso que todos tus logros los has obtenido aplicando el comportamiento que has creído oportuno en cada momento. Y quiero pensar y pienso, que si has tenido alguna decepción, está demás buscar responsables fuera de ti. Para nadie es fácil. Nadie regala nada. Y en ocasiones, ni siquiera con los mejores propósitos, obtendrás lo que buscas.

Pero hay algo que no alcanzo a saber explicar, que me hace sentirte fuerte. Y seguro. Te siento convencido de todo aquello que emprendes. Y te siento capaz de llevar hacia adelante, no sólo un proyecto, sino varios a la vez. Un hombre. Eso es lo que te siento. Y me atrevo a utilizar el argumento de la modestia, que no debiera ser uno el que la acreditara para sí, para confesar que, en una gran cantidad de ocasiones, tus decisiones y comportamiento me han dado lecciones a mí. La sensación de ir sintiéndome cada vez más pequeño al tiempo que te siento a ti más grande, es algo que también me va sucediendo últimamente. Pero no me refiero a una grandeza física, que es evidente, apunto hacía una determinación y sensatez que a veces me sorprende gratamente. 

Nunca se sabe como acabará esto. Lo que sí se sabe en todo momento es lo que uno hace en cada instante. Me atrevo a sugerirte que el único momento importante de la vida es el que vives a cada instante. Ser libre es poder decidir. Decide y pon todo tu empeño en cada uno de los segundos que dediques a la tarea que has decidido emprender. Nunca hagas nada por hacer ni estés en ningún sitio por estar. Dice mi admirado Joan Manuel en una de sus fantásticas canciones que:

“Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así;
aprovecharlo o que pase de largo,
depende en parte de ti.

¡FELICIDADES!


Luis Fernando Berenguer Sánchez.

12 de julio de 2012.

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